Leasing vs. comprar: ¿Qué conviene más fiscalmente a tu empresa?
- vdiaz574
- 29 sept
- 1 Min. de lectura
En la gestión financiera de cualquier empresa, surge una pregunta clave al adquirir activos: ¿conviene más arrendar o comprar? La respuesta no es universal, depende de la estrategia fiscal, de liquidez y de crecimiento de cada organización.
Leasing: Flexibilidad y deducción inmediata
El arrendamiento ofrece ventajas fiscales atractivas. En muchos casos, las rentas pueden deducirse como gasto operativo, lo que reduce directamente la base gravable del ISR. Además, evita descapitalizar a la empresa, permitiendo mantener liquidez para invertir en otras áreas estratégicas. También aporta flexibilidad: al finalizar el contrato, es posible actualizarse con activos más modernos sin asumir la depreciación.
Comprar: Patrimonio y beneficios de depreciación
Adquirir un bien implica un desembolso mayor, pero también construye patrimonio para la empresa. Fiscalmente, se permite la deducción vía depreciación, que puede variar según el activo (vehículos, maquinaria, inmuebles). Aunque este beneficio es progresivo y no inmediato, otorga estabilidad a largo plazo y la posibilidad de usar el bien sin limitaciones contractuales.
¿Qué elegir?
Si tu empresa busca optimizar liquidez y deducciones rápidas, arrendar puede ser la mejor opción.
Si tu prioridad es invertir en activos propios y generar valor patrimonial, comprar se convierte en una estrategia más sólida.
En conclusión, la decisión depende de tu
proyección financiera. Lo recomendable es evaluar el impacto en tu flujo de efectivo y consultar con un asesor fiscal que adapte la estrategia a la medida de tu negocio.
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